Hoy quiero compartirles este texto que surgió de una pregunta de un alumno, Luciano Colantuono de segundo año del colegio San José. "Profe... ¿Qué es la nada?" me preguntó... Y yo le dije "La nada es el principio del todo. Pensalo y mañana me decís".
Al otro día, no solamente que lo había pensado, sino que además lo había redactado. Y así, con su permiso, lo comparto con todos ustedes. Me parece que vale la pena leerlo.
“La nada es el comienzo del todo” (Favieri).
Luciano: La nada es un comienzo el cual no tuvo tiempo de llegada.
Pero no del todo, sino tendríamos que tener en cuenta el destino o la
casualidad. Con esto que dijiste se rompe esa “nada” y sucede un comienzo… Y
para decir “el comienzo del todo” tendríamos que pensar en que fue el suceso
que originó el cambio.
A base de esa mirada no sabemos cuál fue el detonante, pero
sí sabemos que empezó con un destino ya que el todo es algo imaginario o una
definición a lo desconocido.
Pero si los humanos actuamos por actos propios, el destino
se rompe desde la primera decisión, cambiando consecuencias que pueden dar
efecto al momento o a miles de años dependiendo su gravedad, originando
variedades de destinos sin un eje central o de casualidades producidas por una
razón desconocida.
Y si te pones a pensar (ya que no hay un límite), la nada existe
y el todo no. Solamente somos una porción de lo desconocido, y que todo lo
pensado es convencional y lo descubierto no es más que una trampa del “detonante”
que “comenzó” con ese destino mal planeado el cual ya fue roto por acciones ajenas
a este destino las cuales no controlo.
Esta es una más de mis conclusiones erróneas, pero que a la
mirada humana tiene sentido porque nadie sabe la verdad, más que la verdad que
queremos pensar correcta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario